Para todos los públicos. Partiendo de tres personajes, el autoritario que se siente superior, el inocente con su frescura e ingenuidad y el políticamente correcto con sus miedos a romper las normas, vemos cómo la diferencia de roles suele generar rivalidad y discrepancia, pero también cómo la diversidad puede ser complementaria para conseguir objetivos, retos e incluso sueños.