TALLER INFANTIL DE AURORA BOSCH
Todo lo que aprendí del arte en la escuela, casi nada recuerdo... algunas diapositivas comentadas, memorizadas para siempre como estampas de futbolistas... Velázquez: las lanzas, las meninas, la fragua, los borrachos, las hilanderas... Murillo: la Inmaculada, San Juanito, el pajarito, la concha, las uvas, las pulgas... viviendo en Sevilla nadie me llevó a ver la Virgen de la servilleta... Dadá, Bacon, Schiele, una purga radical de la edad diletante... En color, el cabaret Voltaire pierde bastante... he pedido un manifiesto pero lo venden como souvenir programa un franco suizo y sólo llevo euros... mi hija está nerviosa, no tiene ni la más remota idea de lo que es este sitio... esta tarde estaba tranquila y entretenida dibujando en su cuaderno... – Papá, te he hecho un retrato pero es un poco penoso y no se parece en nada a ti... Estudios psicológicos refieren la frustración del niño al cotejar sus trabajos con la realidad que tratan de reflejar, una mímesis defectuosa, como causa principal de su pérdida de interés por la expresión plástica. Había llegado la hora de entrar por alguna de las muchas puertas del arte figurativo y de que Hugo Ball saliese por la cortina recitando un poema fonético con pinta extravagante... pensaba que a color impondría menos pero todo lo contrario... – Papá, es como cuando los hermanos se disfrazan y hacen el pavo... ¿por qué todos están tan serios?... – Creo que es porque han llegado aquí dando una vuelta muy larga... La fotografía en color (autochrome Lumière, 1907) puso contra las cuerdas la concepción aristotélica del arte y su aprendizaje como imitación de aquello agradable a los hombres. Las vanguardias hicieron el resto abordando el espejo de la realidad con la clara intención de alterarlo. Cada defecto de mímesis abriría un camino para ser explorado, una nueva puerta a la expresión plástica. conceptos aún desconocidos para el niño... resentimiento, odio, violencia o muerte, todo antropomorfismo que hace al peor de los monstruos a nuestra imagen y semejanza... un monstruo dibujado por un niño es el miedo en esencia... así que toca Bacon, estamos a las puertas del Palazzo Doria y vamos a subir... – Yo me quedo aquí un momento hablando con este hombre... entra tú primero y busca un cuadro de un papa con fondo rojo... Se cuestionó también el proceso mismo del aprendizaje, con la idea de que una nueva didáctica conduciría necesariamente a un arte nuevo. Era sevillano... ¿hiciste lo de moverte intentando que no te mirara?... ¿te ha dado miedo?... – Haber entrado tú, papá... – El otro, el irlandés, hizo hasta 45 papas dando gritos sordos, ésos sí que dan miedo... dicen que eran los que le metía su padre... – Entonces no me extraña... De alguna manera esta eclosión continua de nuevas formas de expresión plástica han venido conformando el panorama artístico a lo largo de todo el siglo pasado y hasta nuestros días. Al ser prácticamente infinitos sus caminos, ningún niño debería poder frustrarse por una educación artística demasiado programada y lenta de reflejos. Entramos en el Poipoidromo, esa especie de parque infantil para adultos de 24 x 24 metros que Robert Filliou ideó 1963 junto con el típico amigo arquitecto más dedicado a la pintura... - ¿Me vas a contar otra vez lo de los negros que decían poipoi?... – ¿Y lo de la renuncia de Frank Stella al expresionismo abstracto?... – Yeison, se acabó, no me salpicas más, también me lo has contado... - Soy un diletante con muchos recursos, no creas... – Más vistos que el hilo negro y estabas dejándolo, te lo recuerdo... En el poco tiempo que lleva mi hija en Crisol, tras un poco de calentamiento del lado derecho del cerebro... siguió la pista de Banksy pintando con aerosoles y plantillas... Jackson Pollock le salpicó todo el expresionismo abstracto sobre un impermeable improvisado con bolsas de basura... se enfrentó a su perfil imitando a las mujeres de los antiguos guerreros griegos... se puso en la piel de una niña refugiada en un país en guerra, leyendo el cómic que Aurora le prestó... en definitiva, ha jugado experimentando alrededor de un precioso bodegón de Cezanne, con otros niños y niñas como ella y sobre todo, lo más importante, con alguien que las trata como lo que son, personas guapas, listas e importantes (es de una película, no recuerdo cuál...), tomando el título de esta exposición, verdaderos SUPERHÉROES... no hay más que mirar a las paredes de esta exposición para saber que esto es así y no de otra manera... Superhéroes, ¿no te has pasado un poco?... - Desde que eras muy pequeña te he comprado lápices a porrillo... al principio me enseñabas todo lo que dibujabas... pero supongo que empezarías a notar cierto déficit de atención aBsoluta y dejaste de traérmelos, empezaste a dibujar para ti... de vez en cuando me siento a ver tus cuadernos... y estoy pensando que a lo mejor me he quedado un poco corto... Un padre, por supuesto