CÍA. LA PERA LLIMONERA
33 CICLO EL TEATRO Y LA ESCUELA
Su Majestad el Emperador, a pesar de tener el armario a rebosar, nunca está contento con los vestidos que lleva. Su consejero hace un llamamiento a todos los sastres, modistos y costureros del Imperio para que presenten sus diseños, el mejor de los cuales será recompensado generosamente. La noticia llega a oídos de dos sastres capaces de confeccionar vestidos con propiedades tan extraordinarias que nadie hubiera podido nunca imaginar.