Una obra de teatro existencialista que no dejará indiferente al espectador.Adaptación del magnífico texto (Huis Clos) de Jean Paul Sartre (1905-1980).
Se explota el concepto de la influencia de las miradas ajenas en la psique personal. Se parte de la idea de que la mirada del otro es aquello que desnuda y muestra al otro la realidad del ser. Y a partir de esta, el individuo es juzgado y condenado. Los protagonistas son sus propios verdugos. Han llegado a un lugar donde el tiempo no existe, es un eterno presente, sin cambios, angustiante y sofocante. La solución sería encerrarse en sí mismo, huyendo de la mirada del otro. Pero no los salva. Están condenados a escuchar los pensamientos del otro, cuya presencia se hace patente e insoportable.
¿La eternidad existe? La condena o la salvación depende de la mirada de los demás. Tres personas, una habitación, algo en común y la puerta cerrada…
Esta adaptación de A puerta cerrada nace de la mano de Pangea Artes Escénica. Compañía profesional y escuela de formación de marcado estilo naturalista en continuo proceso de investigación que fue fundada en marzo de 2016 por Fernando Salvador Arcauce.