Desde el principio de los tiempos la mujer vive en un confinamiento perpetuo. Creado por una sociedad patriarcal previamente desarrollada, con unas bases religiosas y socialmente manipuladas a su antojo y conveniencia. Desde luego, manda ídem que este tipo de sucesos no estén denunciados, que no se muestren en las escuelas y que, a día de hoy, lo único que parece que haya cambiado sea el combustible que usan para «quemar» al personal que se revela.
El fuego moderno se alimenta también de precariedad laboral, censura, pérdida de derechos y libertades. Por eso en este proyecto vamos a conocer a algunas de esas mujeres que pasaron por la historia sin hacer ruido, esas, algunas llamadas, brujas, locas, inmundas y otros tantos adjetivos despectivos solo por pensar, por vivir, POR SER.
Desde nuestro flamenco personal, la electrónica, las visuales, la experimentación, el ruidismo y la improvisación, conoceremos a estas mujeres, madres, santas y putas.