Una presa llamada Paloma escucha desde una sórdida mazmorra trece tiros de gracia y desea ser ella misma una de las mujeres asesinadas; recibe durante tres días seguidos la visita de una monja que tiene mucho más que ver con ella de lo que se imagina. Como un extraño augurio, un vencejo se cuela entre los barrotes de la cárcel mientras un desenlace totalmente inesperado nos habla de la posibilidad de la vida y de la necesidad de la memoria.