Hijo y nieto de artistas, desde muy pequeño se interesó por el baile Antonio Canales. Su primera oportunidad profesional se la dio el Ballet Nacional de España (BNE), del que fue bailarín solista, primero, y para el que ha coreografiado dos obras, después: Grito (1998) estrenada en el City Center de Nueva York y A ciegas (1999), montaje con el que Canales debutó en el Teatro de la Zarzuela como invitado del BNE.
Es Premio Nacional de Danza en 1995 y Miembro Destacado del CID UNESCO desde 2013; en 2017 recibe la Zapatilla de Plata de la Asociación Indanza.