Nace de la pasión de sus autores por el teatro clásico y de la búsqueda de nuevas fórmulas para ponerlo sobre las tablas, y es una reflexión personal sobre la guerra, la libertad y la violencia. La historia tiene como marco la contienda más teatral de la literatura, la Guerra de Troya. En Augurios, Casandra se enfrenta a la ira de Apolo, que la maldice cuando tras recibir el don de la adivinación esta decide no cumplir su parte del trato: entregarse al dios. Apolo irá mostrándole el destino de su familia, de su pueblo y de su propia vida a través de diferentes augurios que la pondrán en una complicada situación al conocer lo terrible de la guerra que se avecina, ceder o ser libre.