De madre cordobesa y padre sevillano, comienza su andadura artística siendo una niña. Baila en un homenaje a Carmen Amaya cuando tenía 5 años y este parece ser un inicio premonitorio, ya que su baile de fuerza, pasión y velocidad en los pies recuerda bastante a la mítica bailaora catalana.
Belén López obtuvo siendo muy joven el premio nacional de flamenco Mario Maya, entre otros galardones. Ha trabajado por todo el mundo en teatros, tablaos y centros culturales. Contemplar en Sevilla la potencia y personalidad de su baile en un espacio tan íntimo como la Casa de la Memoria es una ocasión excepcional.
Estará acompañada en escena, entre otros artistas, de José Carmona “Rapico”, Salvador Gutiérrez, Iván Carpio y de su marido, el percusionista Rafael Jiménez “Chispas”.