Teatro musical adaptación de Jesús García Amezcua que respeta el texto original, La Casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca e incluye números musicales y de baile.
Muere Antonio María Benavides y, su viuda, Bernarda Alba, establece un estricto luto de ocho años en su casa, haciendo caso omiso de las necesidades y esperanzas de sus hijas, creando un clima claustrofóbico y represor, haciendo saltar, como un volcán, las pasiones más ocultas de ellas, sus odios, sus mentiras, su locura, su amor. Todas son espejos de las otras y de ellas mismas. Bernarda es esclava de su misma opresión, pero es incapaz de dar un paso más allá de la convención social de "la gente con posibles".
Es el drama de las mujeres de España y, de las mujeres y hombres del mundo que viven esclavos del qué dirán, de convencionalismos y ritos arcanos, incapaces de rebelarse y "pudriéndose por dentro".
En esta versión, que respeta prácticamente íntegro el texto original de Lorca, se explica a través de poemas del autor, musicalizados en diferentes estilos, las connotaciones más interlineales del texto, desde el origen de la obra, escuchada y mitificada a través de los pozos de su pueblo, Asquerosa (ahora Valderrubio), hasta la casa de su vecina Francisca Alba, de la vida del poeta y dramaturgo, así como de los sentimientos más oscuros, secretos y escondidos del autor, en este su última y quizá mejor obra.