Berta Gracia es una coqueta y pasada actriz y bailarina sumida en la soledad más absoluta, prácticamente en el olvido, y no sólo de su propia vida, sino de su exitosa y lejana existencia, cuyo auge y repercusión artística han sido ya postergados. Tiene todas sus últimas esperanzas puestas en una “visita” que va a recibir por parte de los productores de una conocida e importante cadena de televisión, con el fin de ofrecerle un contrato para que forme parte del reparto de una serie televisiva, visita que ha sido concertada previamente por teléfono.