DE MERCEDES QUIJADA
Salvando las distancias entre la imaginaría del flamenco y la artificialidad del teatro kabuki, Quijada se lanza a una danza visceral de fuerte atractivo escénico. Desgarrada entre revelar y ocultar recuerdos, monta y desmonta diversos códigos de identidad transfigurando la iconigrafía femenina donde se vislumbran gestos familiares que innovan dolor y estados de gracia.