‘Cadáveres exquisitos’ sitúa la acción en una facultad de Medicina. Clase de Anatomía forense. Práctica final de curso. Frente a la clase, uno de los pocos Doctores que no se han marchado a buscar mejores condiciones de trabajo a otro País. No se sabe bien si por apatía, porque no quiso, porque nadie le dijo nada o porque sería incapaz de hacer la O con un canuto. Tampoco nos importa. Cada cual con lo suyo. El problema es que los médicos forensológicos cuando abandonan el País se llevan siempre todas sus cosas. Sus cadáveres incluidos. Qué manía…