Nuevo montaje de Laviebel en su 40 aniversario, con Emilio Goyanes en solitario. Pero, dice él, Carpe diem no es un monólogo, es un diálogo con el público y con el pasado, una obra que combina lenguajes, con un intérprete que encarna multitud de personajes, canta ‘a cappella’ con looper, baila e interactúa sobre audios y proyecciones.