Cinco actores preparan un montaje para salir del difícil momento profesional que viven. Tienen una obra estupenda; una obra clásica de éxito innegable, pero necesitan una cabeza de cartel. Carsi, el anciano actor, es el único que puede servir como estimulo comercial al proyecto. Todos han conocido a Carsi en algún momento de sus carreras y contar con él no es una idea atractiva pero no hay más opciones. Tras hacer la propuesta a Carsi, su contratación les conduce a un callejón sin salida. Esto les lleva a tomar una decisión radical: obligarle a memorizar, ensayar y estrenar. Todo parece ir bien hasta que las fuerzas de Carsi comienzan a flaquear. Entonces deciden medicar al veterano actor por su cuenta y comienzan a tener problemas que van desde la aceleración a las alucinaciones. Finalmente el actor revienta, muere, se deshacen del cadáver y los “compañeros” ensalzan al fallecido. Paradójicamente la función sobre los hechos les proporciona los ingresos que el proyecto original les había negado.