ANFITRIÓN.
Compañía Teatro del Velador
El genio universal de Calderón de la Barca no se interesó solo por el ámbito de la tragedia o las fábulas de gran espectáculo y el auto sacramental. Aunque menos estudiada, no es menos importante su obra cómica. De entre todas las comedias de humor destaca la burlesca y disparatada de Céfalo y Pocris, asombrosa parodia grotesca que constituye una verdadera enciclopedia de los mecanismos auriseculares de la risa y un ejemplo insuperable del ingenio de Calderón.
Céfalo y Pocris, lejos de ser una antigualla, se convierte en una apuesta de modernidad, una exposición ridícula y grotesca sobre el poder entre el hombre y la mujer, entre rey y vasallos.
La historia se desarrolla mediante un simple juego escénico de donde nacen las acciones burlescas con fingimientos y posturas directas, con guiños de inteligencia entre los personajes y los espectadores. De este modo, escenario y teatro, actores y espectadores, participan de un mismo juego cómico, haciendo que la crítica furtiva y grotesca que propone Calderón se convierta en una perspectiva lúdica y actual aparentemente aséptica, que sirve para celebrar un fastuoso y bello despliegue de artificio teatral e ingenio literario.