IV Edición CICLO TEATROS ROMANOS DE ANDALUCIA.
De INDUOTEATRO
Sin lugar a dudas, la reina micénica Clytemnestra es uno de los personajes más atractivos y enigmáticos de la mitología griega. En un hipotético juicio ante una audiencia insensible y poco dispuesta a creer en sus palabras, Clytemnestra va desgranando su vida hasta llegar al momento crítico del asesinato de su esposo, Agamenón. Pero nunca las historias son como nos las cuentan, siempre hay un punto de inflexión en cada narración, en cada cuento, que hace que una historia de un giro y se pliegue sobre sí misma. Clytemnestra no murió asesinada por su propio hijo, como nos han hecho creer las leyendas mitológicas o la literatura. Fue denunciada y juzgada. Exiliada o confinada consumiría sus días devanando los hilos del tiempo con sus recuerdos. La verdadera tragedia de esta griega reside en el hecho de que nadie se haya atrevido a contar su verdadera historia. La historia de una mujer que, cansada de servir fielmente a los deseos de un hombre, decide cambiar el rumbo de su vida y convertirse en la única dueña de su destino. Las circunstancias la han obligado a tomar decisiones en asunto de estado cuando a la mujer se le estaba prohibido opinar sobre la política de un gobierno. Ha ocupado el puesto que tenían reservado los grandes héroes griegos para sacar adelante el imperio de su marido. Al que ella misma asesinó. Pero no hay arrepentimiento, ya es tarde para arrepentirse. Ahora, no es la misma mujer sumisa que acataba las órdenes de un hombre, incluso cuando se trataba de privar de la vida a sus hijos. Hoy, Clytemnestra , se levanta de entre las cenizas del tiempo para hablar de su historia,… de su vida. Aunque para ello deba ser juzgada eternamente.