LOS MALDITOS
A finales del 2014 surgió la posibilidad de llevar a cabo un proyecto que parte de una historia insólita: los sucesos ocurridos durante la Gran Depresión americana, en los que una generación abocada al fracaso y la ruina económica se vio forzada a participar en espectáculos denigrantes y físicamente devastadores llamados Dance Marathons, con el sueño improbable de coronarse como ganadores y conseguir una cantidad de dinero que les permitiría sobrevivir al menos durante un tiempo. Hablar de la lucha, la competitividad, el fracaso, el sacrificio, la suerte... es hablar de una realidad muy actual y cercana a nosotros.
Partiendo de referentes como la película de Sydney Pollack y la novela de Horace McCoy "They shoot horses,dont they?", la compañía decidió desarrollar una investigación en torno al agotamiento físico y a su propia experiencia dentro del inestable mundo de la actuación.
Los ensayos se extendieron durante un año y comprendieron entrenamientos físicos e intensas convivencias artísticas de todo el equipo, a través de las cuales los actores tuvieron una suerte de aproximación a lo que estos maratones podían suponer, y que fueron el germen de la dirección de Alberto Velasco y la dramaturgia de Félix Estaire. También se unieron a esta experiencia un escenógrafo (Alessio Meloni) un compositor (Mariano Marín), un iluminador (David Picazo) y una vestuarista (Sara Sánchez), que con su aportación artística dieron una entidad total al universo de Danzad Malditos.
Esa sempiterna búsqueda del aquí y ahora llevó a crear una experiencia única tanto para el público como para los intérpretes, en la que los actores compiten entre ellos por llegar al final de la pieza y ser la pareja ganadora, luchando por resistir y con la única premisa de entregarse a la competición en todo momento, manteniendo la partitura que cada día les toque representar.