¿Es posible sentirse solo teniendo miles de amigos? La respuesta es sí. Pero siempre nos quedará la familia, el organismo social básico que nos define y conforma. Sin embargo, en este mundo tecnológico de estar con todos y a la vez con nadie, hasta el núcleo familiar corre peligro. Ordenadores, videojuegos y móviles que, de manera inofensiva e inocua, entran en nuestras casas, en nuestros seres queridos y hasta en nosotros mismos y que pueden transformar nuestro hogar, sin quererlo ni saberlo, en un erial frío y gris.
¿Podrán el calor del presente y del pasado enfrentarse al frío futuro?