Teatro Sí
Dos hombres solteros comparten piso. Uno trae el dinero a casa. El otro, muy afeminado, se encarga de las labores domésticas “siempre con su delantal y un abanico”. No son pareja, de hecho ninguno de los dos es homosexual, pese a lo que afirman las habladurías del vecindario. La convivencia entre dos personas tan diferentes provoca toda una serie de situaciones que derivan en la carcajada, con ese humor Gaditano tan característico, provocando constantemente la complicidad del público.