ÁNGELES RUSÓ
Ego propone la liberación de una cabeza. De la cabeza precisamente de la única intérprete que hay en escena.
Esta propuesta hace un planteamiento de la sociedad actual, llevando a escena temas como las redes sociales, el amor, la familia, la mujer… mediante los lenguajes del cuerpo y de la voz de la intérprete.
La conciencia le lleva a un juego profundo y liberador. Se exponen los sentimientos más hondos de la intérprete mediante su danza y mediante textos escritos por ella y que los expone de diversa manera en tres estaciones. Empieza con el otoño, con su sequedad, después el frío de su invierno y termina con la alegría y calidez de la primavera.