La XIII Duquesa de Alba regresa a Las Dueñas como mecenas de Goya.
La representante de un periodo que acaba con la sociedad estamental y abre un pensamiento romántico pre-revolucionario. Historia, danza, música, pintura, indumentaria y costumbrismo, dentro del patrimonio arquitectónico del Palacio de Las Dueñas.
Tiene como pretensión mostrar la cultura y sociedad en el siglo XVIII, mediante la hermosura icónica de la de Alba, entre el pueblo y la corte. Nuestra ilustre protagonista, ha sido “marca España” e ilustración desde su nacimiento. Un ser muy conocido e identificado en la Historia del Arte, pero no en lo privado. Piedrahíta y Madrid forjaron su desarrollo y Sevilla y Doñana, su madurez. La propuesta de esta visita es de valor bajo la vivencia y el testigo de los fondos documentales, hundiendo raíz en su Ser y humanidad natural.
Una alegoría al españolismo idealizado del S.XVIII donde el prototipo de la mujer de la alta sociedad, de la vida del cortejo, de las letras de seguidillas, quizá sea la visión más idealizada.
Generosa con su feudo, risueña y accesible. Amiga del pueblo y humana que quiso como hija a una negrita, hija de esclava: María de la Luz.
Sólo una musa de su calibre tiene sentido habiendo crecido entre la Venus del Espejo de Velázquez, la Virgen de Corregio y obras de Rafael, para pasar a la Historia del Arte como una de las retratadas más conocidas en el mundo.
Manolería y Majismo por bandera, clase y personalidad en Palacio. Pero, sobre todo, un alma que hace vibrar, tras más de dos siglos, gracias a la obra de Francho Goya.
De costumbres andaluzas y repleta de Fe, con una raza y personalidad incesable, presentamos un corpus de información, teatralización y arte musical:
Tana, gran Señora ilustrada con una educación protocolaria, de la mano de su madre Doña Mariana, académica de San Fernando. En lo familiar, vinculada in extremis al XII Duque de Alba, su abuelo. En lo personal, querida en el pueblo y envidiada por la corte.
Cayetana sintió la vida como el arroyo que brota de la sierra para florecer un Valle: con sus curvas y saltos, con sus estanques y corrientes, con sus crecidas y sequías. Muy acompañada pero estremecida en su soledad solitaria.
María Teresa del Pilar Cayetana, referente. Psique prodigiosa, exclusa de un alma libre: un genio que sólo otro genio, pudo tomar como musa: el maestro Goya.
idea original de RODRIGO GONZÁLEZ LABRADOR .