LOS TORREZNOS.
Una crítica, a veces descarnada, a veces blanca, de la función social del arte contemporáneo y sus múltiples excesos.
Jaime Vallaure y Rafael Lamata formaron tándem en 2000, decidiendo llamarse simplemente Los Torreznos, un nombre culinario, festivo y muy común en los bares, que es en sí mismo toda una declaración de principios. Porque, según dicen, sus obras son asequibles y populares como los torreznos, agradables de comer como tapa pero que al mismo tiempo dejan un regusto en el paladar.
Rafael Lamata y Jaime Vallaure llevan años haciendo las delicias del personal. En buena medida, son ya unos “clásicos” y sus espectáculos convocan a los “habituales” que saben que tendrán una ocasión para disfrutar de humor inteligente y, sobre todo, de las más brillantes parodias del mundo “cultureta”.
En esta pieza plantean una suerte de “pedagogía” hilarante para entender el mundo del arte en diez tesis. Lo más sorprendente es que lo hacen en inglés, aunque sería más oportuno decir que se expresan en lo que Hito Steyerl llamó latín internacional de discoteca. Incluso aquellos que no saben ni una palabra del idioma de Shakespeare entenderán estas lúcidas bufonadas de Los Torreznos. En un mundo de “curator”, “collector” y “VIPs”, con un zoológico repleto de pretenciosos (bienales, museos, ferias de arte y otros aposentos estéticos), esta pareja aclara, en una especie de imaginario juego de las sillas, la cosa: tiempo, energía, ritual, emoción, concepto, alma y otras zarandajas son ejemplificadas de la forma más delirante imaginable.
Creación, dirección e interpretación: JAIME VALLAURE y RAFAEL LAMATA