De Alfredo Sanzol.
A principios de los años sesenta del pasado siglo la Iglesia promovió una pequeña revolución de consecuencias históricas, al facilitar los procedimientos que concedían la dispensa a aquellos sacerdotes que querían dejar de serlo. Miles de sacerdotes por unas causas o por otras, se acogieron en el mundo y en España a esta novedad promovida por Juan XXIII y Pablo VI. Entre ellos se encontraba el protagonista de esta obra de Alfredo Sanzol, actual director del Centro Dramático Nacional.