En la cárcel, Molina y Valentín son compañeros de celda. Molina, es una mujer en un cuerpo de hombre, encerrado por seducir a un menor. Valentín es un activista político, que quiere cambiar el mundo torturado durante los interrogatorios. Para escapar de la realidad, Molina evoca películas antiguas, a través de las cuáles en un proceso de identificación con sus protagonistas y secundarios, reflexionan sobre su propia vida y su identidad política y sexual. Un combate interior con muchas heridas abiertas y una pantera que no deja de rugir.
Una historia prohibida que saca a la luz la necesidad de amar del ser humano. Valentín y Molina durante su encierro son compañeros de un viaje existencial, un viaje de liberación. Se trata de un casi thriller que huele a bolero. Mientras fuera de su aislamiento reinan la muerte y la tortura, sueñan un mundo que sigue esperando una revolución. La liberación política pasa por la liberación de los cuerpos.