COMPAÑÍA: MATIZ TEATRO
REPARTO: Rebeca García como Laura. María de Vicente como María VERSIÓN Y DIRECCIÓN: Leticia Barrios
Hay algo hermoso, poético y conmovedor cuando uno ama más que el otro y el otro es indiferente. Anton Chejov.
Dos viejas amigas, María y Laura, se reencuentran después de varios años de separación. María ha triunfado como pintora, Laura, la gran promesa, la que parecía tener el mayor talento, posa como modelo y vive en una pensión de mala muerte. María la contrata como modelo una noche, dando un nombre falso. Ambas, vivirán una noche de agosto de color, de calor, de cuentas pendientes, de desamor. De amor.
“El color de agosto” es la vida que toma forma de acción y palabra. “El color de agosto” es emoción. Es un viaje a aquel momento exacto en el que ambas se perdieron. Un viaje por sus recuerdos y todo lo que los compuso. El amor, las relaciones de dependencia emocional y la incapacidad de comunicarnos como telón de fondo de la historia que han venido a contarnos.
Dicen que es imposible olvidar aquello que se ha amado, que da igual el tiempo que pase, si se ha amado se queda contigo para siempre.