La producción que ha hecho VANIA de EL PERRO DEL HORTELANO es realmente espectacular: 32 intérpretes y 18 decorados cedidos por el Epicentro Dramático Nacional.
Cuando se abre el telón aparecen dos técnicos, los únicos miembros de la compañía que han llegado al teatro; el resto, por un incomprensible error administrativo, va camino de Lugo para interpretar un “Divinas palabras”.
En cualquier otra profesión este terrible contratiempo supondría una catástrofe irrevocable, pero estamos hablando de teatro, un oficio que no entiende de catástrofes porque siempre, pase lo que pase, THE SHOW MUST GO ON, así que el público saldrá del teatro habiendo visto un EL PERRO DEL HORTELANO al que el mismísimo Lope de Vega no le pondría ni un pero (del hortelano).