El actor, antiguo alumno de la Escuela Municipal de Teatro, Mario Benítez, vuelve a su tierra encarnando magistralmente a Ruzante, el campesino más radical satírico de una Arcadia feliz. Un mundo éste donde no existen falsos pastores ni ridículos caballeros sino otro bien distinto, en el que la sátira y la risa dan vida a una realidad forjada entre la ciudad y la aldea.