¿Quién no ha deseado un minuto de gloria en su vida?… Quien dice un minuto dice una hora o más, si puede ser. Hay personajes que forman parte fundamental de una obra, película, serie o canción pero solo conocemos su nombre. De otros personajes solo sabemos de su voz sin que aparezca jamás su rostro. Algunos pasan por el escenario sin nombre, haciendo bulto y solo en caso de que haya presupuesto. Y los hay que aparecen en obras representados a gusto y capricho de cada autor o director, dejándolos en una situación muy vulnerable. Asimismo, existen dramaturgas, directoras y actrices que son eternamente invisibles, como si vivieran dentro de una bruma eterna. Existe un limbo donde conviven las y los grandes olvidados esperando hastiados ese minuto de gloria escénica y deseando dar de sí mismos lo mejor.