46 FESTIVAL DE TEATRO DE EL EJIDO
Este viaje del monstruo es el propio viaje de Rafael Álvarez EL BRUJO a través de los escenarios donde todavía se celebran los vestigios de la gloria del Siglo de Oro español.
El público lo hizo monstruo fiero por necesidad y así cumplió con su parte de la herencia. Es un bululú.
A través de una loa de Lope de Vega circulan las memorias de El Brujo por la escena. Sobre el yunque de los textos le dio folpes al fuego, como Vulcano, y los ganó para él, con el sudor de su frente, como Adán, Lope, Quevedo, Cervantes, los místicos, Shakespiare, Calderón... invocando la belleza por los pueblos, ellos lo han nutrido con su leche... en realidad, ella es la única diosa que puede convertir a las personas en lo que realmente son. Estos textos han sido sus plegarias. Ahora viene con ellas a "la corte", trasmudados en la hermenéutica de su pellejo. A veces son vino exquisito y otras un caldo peleón. Por ello pide, pues, benevolencia, como conviene a la costumbre, según el ritual.
En este caso, el favor no es para la comedia sino para el que detenta la palabra, el único soporte de la acción: ¡el actor!