Fede, un policía de baja por depresión, decide poner en venta la casa en la que vivía con su ex mujer, ya que le trae muchos recuerdos.
Julia, una abogada que reside en Londres, ve el anuncio y decide hacer una visita a la casa, pues necesita una vivienda inmediatamente en Madrid para incorporarse a un nuevo puesto de trabajo.
Es 14 de marzo de 2020. Julia ve la casa y es un desastre. Paredes llenas de grafitis, un barrio horroroso, lleno de delincuentes y, para colmo, cada 10 minutos las paredes tiemblan por culpa del tren que pasa a escasos metros de la casa.
Julia monta en cólera y se marcha pegando un portazo. Acto seguido llaman a la puerta, es ella de nuevo. Acaba de declararse el Estado de Alarma.
No se conocen de nada… Se caen mal… No tienen nada que ver el uno con el otro… Pero tienen que pasar tiempo juntos, lo que dure el confinamiento.