Eva y Adán viven en un paraíso bello y perfecto, donde animales exóticos, manantiales de agua cristalina y frutales de ensueño coexisten en paz y armonía. Por este luminoso decorado, transita una Eva rebosante de deseos, vacíos y soledades. Hambrienta de conocimiento, ansía la libertad,
a la vez que teme las consecuencias de la trasgresión.