FESTIVAL DE DANZA DE ITÁLICA 2021.
ESTRENO ABSOLUTO
El Teatro Romano de Itálica acoge el espectáculo, idea original de Andrés Marín, donde baila con Venssa Aibar, Andrea Antó, Chloé Brûlé y Lucía Vázquez
El extraordinario bailaor Andrés Marín presenta su espectáculo ‘Éxtasis / Ravel (Show andaluz)’: una idea original del propio Marín, que inaugura el Festival Internacional de Danza de Itálica 2021, en el Teatro Romano del Conjunto Arqueológico de Itálica.
En este espectáculo, estreno absoluto coproducido por el Festival Internacional de Danza de Itálica, Marín cuenta en la dirección musical con Maurice Ravel y Alberto Carretero, y se encuentra acompañado sobre el escenario por otros reconocidos bailarines como Vanessa Aibar, Chloé Brûlé o Lucía Vázquez, en un montaje que nos mostrará dualidad musical y de baile, comprimiendo en él una reminiscencia a músicas pasadas y tradicionales, con la actualidad. Laureado por diversos galardones a lo largo de su carrera, como el Giraldillo al Baile de la Bienal de Flamenco 2020 recibido hace solamente unos meses, Andrés Marín llega hasta el Teatro Romano de Itálica con un nuevo trabajo, que según palabras del artista “es una nueva oportunidad para él mismo de aprender algo nuevo, pues cada vez que me aventuro en un proceso de creación, sé que voy a aprender con él algo nuevo, algo que no sé, siempre es un reto”.
El bailaor muestra sobre el escenario “la esencia del universo sonoro de la obra de Ravel, apuntalada por un minucioso sentido de la construcción musical”. Este estreno absoluto nos propone una aventura para “abandonar la identidad y no ser más que el recipiente que guarda un aire de otro tiempo o el perfume de un lugar distante”, y se nos presenta como una trama escénica y coreográfica, que ha sido creada a partir de varias músicas de Maurice Ravel, explorando en toda su amplitud su repertorio para crear un entorno riguroso y desnudo que invite a la danza a implicarse en un proceso de depuración.
‘Éxtasis/Ravel’ también nos cuenta un viaje a través de los cambios decisivos vividos a lo largo de la historia, la estética y la conciencia que aquí se cuentan en un trance onírico, evocando figuras del baile y deconstruyendo tipos populares que aparecen y mutan, como en una visión abstraída y deformada de la Ópera Flamenca de antaño: un Show Andaluz. Andrés invita en este nuevo trabajo a superar las identidades impuestas históricamente, recurriendo a la abstracción y la repetición hasta llegar a un éxtasis frío llevado a escena como un diálogo entre el solista y el cuerpo de baile, o entre distintas escuelas de danza, afrontando el reto de vincular nuestra tradición con la contemporaneidad: El reto de ser y dejar de ser. El artista ha citado en la presentación que este nuevo trabajo se ha visto en parte “contaminado” por sus recuerdos del legado artístico de su padre, precisamente por las reminiscencias que ha volcado del montaje de su padre, “Andalucía Show” en este nuevo espectáculo.
Marín es uno de los bailaores más singulares del panorama flamenco actual. Sus producciones se han centrado en la tradición flamenca y específicamente en los cantes clásicos, pero no desde una perspectiva convencional, sino a través de un estilo personalísimo y una estética de absoluta contemporaneidad. Director coreográfico, artístico y musical de su propia compañía, sus creaciones reflejan la libertad expresiva de una profunda investigación artística. De allí nace una poética rica en imágenes sugerentes, al servicio de su compromiso con el arte y con él mismo. En la actualidad se presenta como uno de los grandes renovadores del género.
Hijo de artistas flamencos, ha vivido el arte desde pequeño, tanto a través del baile en la escuela de su padre, como del cante, del que es un gran aficionado y profundo conocedor. Precisamente en recuerdos al trabajo de su padre, basa el bailaor parte de esta nueva obra que presenta en el Teatro Romano de Itálica. Autodidacta, Marín emprende su carrera profesional en 1992 como solista y coreógrafo para distintos espectáculos y eventos hasta fundar su propia compañía en el año 2002. Sus creaciones han sido acogidas por los principales espacios, citas y circuitos europeos, tanto del género flamenco como de la danza contemporánea entre los que se encuentran La Maison de la Danse de Lyon, el Teatro Nacional de Chaillot de París, la Bienal de Flamenco de Sevilla, Montpellier Danse, el Museo national Picasso, la Ópera nacional de Latvia, o el Mercat de les Flors de Barcelona,