Es una obra dividida en escenas independientes que tratan la adoración como sentimiento que une a las personas, desde un amante a un terrorista. Un trabajo intenso, reflexivo, crítico, provocador, a veces triste, nostálgico y emocional, sin caer en sensiblerías; un espejo emocional donde mirarse o donde comprender el reflejo de las miradas de los demás. Destacar que el espectáculo ha recibido diversos premios, entre los que destacan el Premio Teatro Autor Exprés SGAE o Premio Público Escénia.