La entrada del otoño comienza a notarse en el cielo de Madrid. El viento frío aprieta esa tarde, aparecen los primeros relámpagos y truenos presagiando una larga noche de lluvia. A las afueras de la ciudad en una parada de bus en desuso se dan encuentro dos vagabundos cuya única preocupación en ese instante es protegerse del mal tiempo.

Dos desconocidos, uno de Madrid y otro de Cádiz. Uno vive en la parada y otro simplemente está de paso. Uno con mil historias que contar y cantar, otro con una historia jamás contada. El tercer personaje en discordia, La Parada que parte como conflicto, pasa a ser el hilo conductor en el cual se refugian y dejan llevar los protagonistas para dar rienda suelta a sus vivencias.

Vivencias que transportarán a los personajes y espectadores sobre una montaña rusa de emociones. Un viaje en el tiempo entre Cádiz y Madrid, el flamenco de antaño y el actual, el amor y el desamor. Una parada donde resurgir o caer en el olvido. Una parada repleta de esperanza donde cobra vida Flamencólico. La Parada.