Siempre me imaginé ocupando el centro de la escena, como una heroína vengándome de todos y todo. Pero el cuerpo no me dio para tanta batalla. Hoy dejo mi lugar a los intérpretes. Voy a mirar cómo ellos le prestan su cuerpo a mi causa narcisista.
En Fuck me, Marina Otero se rodea en el escenario de cinco bailarines-performers, como si fuesen una especie de sus alter-ego, para que ellos ejecuten todo lo que ella no puede ejecutar. Este planteamiento, en principio confesadamente narcisista y autorreferencial, acaba siendo un irónico ejercicio de desplazamiento entre realidad y ficción, sujeto-objeto, artista-intérprete, mujer-hombre, en el que también se ponen al descubierto los roles de género y distintas masculinidades. Esta pieza, que se estrenó el año pasado en el FIBA (Festival Internacional de Buenos Aires), es la tercera parte del proyecto Recordar para vivir, que consiste en la idea de Marina Otero de construir una obra inacabable sobre su propia vida. Esta es la primera vez que presenta su trabajo en España.
Marina Otero (Buenos Aires, 1984) es performer, directora escénica, autora y docente. Vive y trabaja en Buenos Aires.