GALA DE DANZA CLÁSICA EN MEMORIA DE LA GRAN ARTISTA ALICIA ALONSO
Recuerdo honorífico, retrasado por la pandemia, en honor de la gran artista de la danza clásica latinoamericana, que formó a tantos y tantos futuros bailarines en su etapa como maestra en el Ballet Nacional de Cuba, cuyo poso cultural aun disfrutamos.
Hierática y perfecta, Alicia Alonso trazó una raya en el agua, un antes y un después de ella en la historia de la danza clásica latinoamericana. A su leyenda -multiplicada por el coraje personal de haber triunfado en la danza siendo, desde los 19 años, parcialmente ciega- contribuyó no poco su fama de extraordinaria formadora de fabulosos bailarines en el Ballet Nacional de Cuba, cuya semilla fundó en 1948 y que dirigió hasta su muerte, con 98 años, en 2019.
De la última generación de brillantes herederos de Alicia Alonso provienen los solistas de una gala que lleva el nombre inolvidable de Alicia Alonso como una señal de tributo y agradecimiento a la maestra absoluta. Intérpretes excepcionales reunidos para bailar esas píldoras del repertorio -como Giselle o Carmen, dos títulos sometidos a la sombra perpetua de Alicia Alonso- que prometen engarzar un fantástico collar de perlas de la danza clásica de ayer y de siempre. El Teatro de la Maestranza quiso ofrecer esta gala en la temporada 19 / 20, al calor de la triste pérdida de Alicia Alonso, en el centenario de su nacimiento en 1920. La pandemia lo impidió. Pero, al fin, podremos bailar en su recuerdo con la generación que preserva su estilo, su legado y su sello.
Con idea y dirección general de Mayda Bustamante, directora de Crea Dance Foundation y que es vicepresidenta de la Fundación Alicia Alonso en España y con dirección artística de Orlando Salgado, quien fue primer bailarín y partenaire de Alicia Alonso durante más de 20 años, un grupo de 10 figuras internacionales danzan la memoria de Alicia. Ellos son los depositarios de una forma, extremadamente bella, exacta y elegante, de entender la danza que en ellos sigue viva.