Gloria llega a su camerino agobiada, se siente perseguida por los niños -sus fans- que la desquician. Con ella entra “alguien más”, con quien la poeta comienza un diálogo cómplice lleno de recuerdos, ternura y comicidad.
Su relación con Phyllis -rubicón sentimental y literario de su vida- cobrará especial relevancia en esta crónica desordenada de su recuerdo autobiográfico y poético. Su infancia en el marco de la guerra, sus amigos, su dios, su pasión por la escritura y su compromiso con los más desfavorecidos, formarán también parte de su "viaje", que transcurre como un relato fracturado en ocasiones por la pena, y en ocasiones por la alegría y el contento de vivir.