BALLET PRELJOCAJ
¿Es posible dar un nuevo punto de vista sobre El lago de los cisnes? Es posible. El coreógrafo y director francés Angelin Preljocaj funde la preocupación por el medio ambiente y el cambio climático con la música de Chaikovski -introduciendo breves fragmentos ajenos a la partitura original, también abreviada- en una versión de El lago de los cisnes que transcurre entre depósitos de combustibles fósiles, futuras plataformas de perforación y un amor que abandera la reivindicación medioambiental a lomos de su pasión.
Angelin Preljocaj, que antes de danza contemporánea empezó a formarse en el ballet clásico, luego trabajó con Merce Cunningham y Zena Rommett en Nueva York hasta que en 1984 formó su propia compañía con la que ha lanzado coreografías de gran éxito que han sido incorporadas por los grandes ballets del mundo, trae la leyenda a nuestros días para especular con que el lago -¿metáfora del propio ballet clásico?- se haya en peligro de extinción y debe ser rescatado adaptándose al nuevo reto medioambiental.
Después de haber abordado Blancanieves y Romeo y Julieta, Angelin Preljocaj asume el riesgo de someter un gran clásico a una osada revisión profunda convirtiendo a la princesa Odette en una aguerrida ecologista. El resultado, según ha valorado la crítica especializada, es un espectáculo bello y brillante que sucediendo en la actualidad nunca pierde la esencia del clasicismo de El Lago de los cisnes, en la que el cuerpo de baile del Ballet Preljocaj y sus protagonistas estelares vuelven a demostrar por qué es una de las compañías más deseadas, aplaudidas y excitantes del circuito internacional.