Saber comunicarse es algo de gran valor; ya se sabe que del buen diálogo dependen todas las relaciones. Lo que hacemos, lo que no sabemos hacer, lo que queremos hacer y lo que hay que hacer para mantener una comunicación sana, de todo ello trata este monólogo lleno de humor y de verdades como la vida misma, además de ser un referente para aprender a resolver conflictos.