Dos personas prestando y atendiendo a lo que les asemeja, buscando algo, algo que ya tienen pero no por ello pierden el gusto de buscarlo, transitando y alimentando la emoción que nace de su nexo desde lo simple hacia lo simplemente complejo… buscar hasta perder el norte, y ahí, volver a encontrar: el viaje entre personas (Hito).
A menudo dependemos de elementos externos que facilitan nuestras vidas, hasta que estas cosas realmente terminan dirigiendo nuestras vidas. Pero, ¿qué sucede cuando perdemos esas cosas que damos tanto por sentado? esas cosas que sentimos como una extensión de nuestro cuerpo? ¿Qué sucede cuando perdemos los elementos materialistas? ¿Qué queda entonces? Como humanos, siempre estamos buscando una dirección. Sin una dirección, estamos perdidos. Una vez que lo perdemos, también perdemos nuestra dirección, lo que lleva a una sola opción: otra dirección. Perderse también es hermoso y muchas nuevas opciones se abren en el horizonte.