Un espectáculo de Isabel Vázquez. De la compañía EXCÉNTRICA PRODUCCIONES.
IDEA, COREOGRAFÍA E INTERPRETACIÓN Isabel Vázquez. CO-DIRECCIÓN Paloma Díaz, Isabel Vázquez. ILUMINACIÓN Carmen Mori.
VESTUARIO Salud Claro y LA ESTÁN VISTIENDO. MÚSICA Por quién doblan las campanas?. FOTOGRAFÍA Luis Castilla. DISEÑO Y COMUNICACIÓN Elena Carrascal.
¿Cómo se atrapa un instante? ¡Este momento! ¿Cómo puedo retrasar el fin?
La identidad del bailarín se tiene que refrendar cada día y no se puede construir sobre el largo plazo, con un desarrollo profesional que siga las edades del hombre, madurez y vejez incluidas. Es una identidad que no se afianza con el tiempo, más bien se va escapando. Y cuando llega el momento de decir adiós al escenario se vive una especie de pequeña muerte, de despersonificación. Al bailar ya no se es. El largo plazo es el enemigo, es el tiempo de su desaparición. Sin embargo tienes una sabiduría corpórea, un conocimiento íntimo de las fibras musculares, nerviosas, emocionales.
Bailar preserva una suerte de juventud mental y física, una permanencia voluntaria de un cuerpo fresco, una especie de negación del tiempo. Representa ciertamente una lucha contra la muerte, contra la decrepitud de la edad. Y los bailarines viven con particular dificultad y lástima el desmoronamiento de su cuerpo-obra.