Danza Contemporánea
Cía Rosa Cerdo
El impulso de poner en pie Hovering, antes de tener un título o un concepto escénico, surgió de un estado de indecisión extrema comparable al vuelo estático de un colibrí, a un ovni que a duras penas vence la fuerza de la gravedad, o a un número de magia que da tumbos entre la ambición desmedida y la predisposición al fracaso.
Los intérpretes de esta obra se han propuesto levitar en escena a través de una sesión de hipnosis. Todo ello con la ayuda de un fanzine interactivo que se repartirá entre los espectadores al entrar en la sala.
«Primero lo quiero escuchar todo, lo pongo en relación todo. Luego pasamos a diferenciar lo que pertenece al universo que queremos y lo que no es nuestro >> Hacer una “dramaturgia Hovering” pasa por atender pesadillas, manipular en imágenes, saber algo de magia, excavar túneles, mostrar lo patético del truco y de la imposibilidad diaria frente a lo sublime de la imagen acabada y levitar a través de la hipnosis. Una “dramaturgia Hovering” nunca sería dar una respuesta demasiado pronto, hacerlo bien y bonito, buscar una carcajada colectiva, pensarlo poco. Esta maquinaria se genera a través del elemento fanzine; que es frágil y pobre. Y sin embargo contiene El Poder (libro de hechizos, guía, mapa, instrucciones) para que la escena dialogue con el papel y pueda completarse (ser sueño, pesadilla, magia o truco barato). Me gustaría poder decir: no impondremos nada de lo que hagamos en Hovering, cada mirada hará su propia magia». (Alberto Cortés)
Dirección, coreografía e interpretación: Silvia Balvín
Música e interpretación: Alberto Almenara
Dramaturgia: Alberto Cortés
Textos de la obra: Silvia Balvín y Alberto Cortés
Diseño de luces: Benito Jiménez Álvarez
Vestuario: Gloria Gómez /Nantú
Ilustraciones del fanzine: Cristian Pineda y Adara Sánchez
Texto del fanzine: Elisa Victoria
Con el apoyo de: Centro de las Artes de Sevilla, Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (Banco de proyectos 2018), L’animal a l’esquena, Conservatorio Profesional de Danza de Sevilla, Casa de las Artes de Alanís de la Sierra
SOBRE LA COMPAÑÍA
En 2014 Silvia Balvín funda Rosa Cerdo, iniciando con Alberto Almenara una
fructífera colaboración artística que a día de hoy se traduce en dos piezas largas
para sala, además de una serie de piezas cortas expresamente ideadas para
espacios singulares.
Aunque en principio Silvia es bailarina/coreógrafa y Alberto es músico, en sus
trabajos juegan a difuminar roles y a experimentar con disciplinas ajenas a sus
terrenos habituales.