La obra, galardonada con el Giraldillo de la XVIII Bienal de Flamenco de Sevilla al Mejor Espectáculo, es una creación de la actual coreógrafa, Rafaela Carrasco, que recorre momentos de las producciones del Ballet Flamenco de Andalucía a lo largo de este tiempo. Rafaela estuvo implicada en los inicios de la compañía y desde entonces la ha conocido desde todos los ángulos: como alumna, repetidora, solista y desde septiembre de 2013 como coreógrafa.