XXI BIENAL DE FLAMENCO.
Israel Galván y el circo gitano Romanès de París tienen mucho en común: un sentido de celebración, hospitalidad y autocrítica.
Cuando Galván crea un solo en el circo Romanès, no baila completamente solo. Además de su brillante e histórico compañero, el guitarrista Caracafé, y de su hermana Pastora Galván, toda la familia Romanès baila y canta con él, mientras los números de circo se suceden y los gatos deambulan, observan, desafían o ignoran.
En esta familia reconstruida espontáneamente, en esta calidez cómplice, Galván sobresale con sencillez, encaramado en calcetines o tacones japoneses. En el metal o en la madera, juega, golpea, golpea o agarra, resuena, y luego suspende el silencio.