PIPIRICAÑA: IV FESTIVAL DEL HUMOR DE ARACENA
Su planteamiento escénico tiene dos ejes fundamentales: la palabra y la estimulación de algún recoveco del cerebro que te deja entre la sonrisa y la duda, entre la admiración y las ganas de darle una cachetada e inmediatamente después un abrazo. Lo suyo es poética e insubordinación taimada, porque lanza dardos para que los cojamos con las manos abiertas y, al mínimo contacto, se convierten es estallidos de color.