eflexión divertida sobre la complejidad de ser mujer, de lo exigente, y mil veces contradictorio del rol femenino. De la lata que da eso de tratar de ser una mujer perfecta, ser una “superguoman”, donde se da por hecho que ya tenemos que saber cómo serlo por el simple hecho de haber nacido mujeres y cómo en realidad, estamos totalmente perdidas, y salimos del paso lo mejor que podemos.