Nuestro protagonista no se ve reflejado en las expectativas y plan de futuro que sus padres sueñan por él. A medida que va creciendo, Johny encuentra dificultades por expresar y hacer reconocer su realidad, la de no coincidir con los patrones que el mundo que le rodea quiere imponerle al asignarle chica al nacer. Emprende un viaje en búsqueda de su verdadero yo y de un entorno menos hostil, descubriendo que no está solo.