Mónica Tello se inspira en la imaginación del poeta sin querer usar su nombre en vano. Según la propia artista, La Casa de Bernarda Alba no sólo encierra a las hijas, también están bajo llave los sentimientos, pensamientos, reflexiones y preocupaciones más íntimos del propio Federico. Ha querido hacer más plásticas estas cuestiones a través del flamenco y por supuesto de la voz de los personajes, con la intención de profundizar en todo ello y poder percibirlo sin ponerlo en tela de juicio. Una visión arraigada, enérgica y temperamental; una reflexión buscada y pactada por la artista con las palabras de Federico García Lorca.