LA CASA DE BERNARDA ALBA de José Carlos Plaza. Compañía Miguel Narros.
Como toda obra clásica -y la de García Lorca ya lo es- aunque nacida en un pasado muy cercano, va creciendo día a día, ofreciéndonos facetas diferentes al compás de los cambios de la sociedad.
¿Qué dice a los espectadores de hoy este drama de mujeres de los pueblos de España? Pues incide en la posición de la mujer en la sociedad con sus techos de cristal, diferencias salariales y su indefensión física ante la violencia, provenga de donde provenga.
Y esa sería la mejor reflexión o lectura de la obra desde hoy, siglo XXI. ¿De dónde viene ese poder establecido que parece inamovible, tenga el aspecto que tenga?
Y creemos que García Lorca habla de nuestros ancestros. La historia de Bernarda y sus hijas, como nuestra historia, tiene sus raíces antes de su nacimiento. Raíces profundas, retorcidas, de un origen lejanísimo y perpetuadas por quién sabe qué oscuros intereses. Es un origen ancestral que se sustenta en el miedo. Bernarda, teme que todo cambie y ese cambio le haga perder su aparente e impuesta entidad; teme no saber qué hacer con una auténtica esencia vital que la desequilibre, y por eso, mantiene a fuego las normas con las que la educaron. Al igual podría decirse de sus cinco hijas, insertadas sin opción, en un mundo inflexible y yerto pero cómodo, anestésico e inculto que las anula y por el que venden su libertad, salvo Adela y María Josefa…, cuya acción de intentar realizarse, es condenada con la muerte y la locura.
Obra sobre los ancestros que no conocen la comprensión ni la compasión hacia aquel ser que han creado. Como Saturno devorando a sus hijos, Bernarda es devorada y devora sus deseos y los de sus hijas, y como consecuencia, sus vidas.
¿Pueden actualmente nuestros ancestros continuar devorándonos? ¿Sabemos reconocerlos, diferenciar aquellos que nos ayudan a crecer de los que nos destruyen? ¿Qué precio tiene hoy la necesidad de esta ruptura? ¿Estaríamos dispuestos a pagarlo?
22 FESTIVAL OTOÑO DE JAÉN
El Festival de Otoño de Jaén entra en un nuevo momento. La pasada ‘Edición especial’ nos lleva a la evolución hacia un modelo renovado y coherente con el devenir de los tiempos.
De esta aspiración, nace una identidad que quiere expresar un nuevo modelo: un anillo que es un portal, la puerta por la que el espectador accede a la experiencia de la cultura en nuestro Festival y de la que sale transformado. Eso que vemos y escuchamos del público al salir de cada función…la emoción, el espíritu crítico, la risa, la energía renovada. El poder transformador de la cultura, del todo imprescindible.
La adaptación contemporánea del 22 Festival de Otoño de Jaén es acogida por el equipamiento cultural de mayor dimensión y modernidad de la provincia: El FOJ22 concentra su programación en el Teatro Infanta Leonor y viene para dotar al ‘Infanta’ de una vida que explore todas sus posibilidades y las de conexión con su entorno para, por fin, reafirmarlo y presentarlo al público y a la ciudad como un centro neurálgico único y vibrante de la cultura en Jaén, moderno y en línea con los modos culturales contemporáneos y globales.
El OFF del FOJ propone una programación periférica y paralela de formatos reducidos, singulares, innovadores, participativos y atractivos para varios tipos de audiencias, conservando el ciclo infantil ‘Teatro para Mimar’ o el de música pop ‘Check-Check’ de la anterior edición.
A través de los estrenos de ‘Creación en el Infanta’, la convocatoria de residencias de creación escénica que promovemos, una selección del talento de los profesionales de las artes escénicas de Jaén, estará presente en el Festival. Además las compañías diseñarán jornadas abiertas al público para conocer los procesos.